ADICCIÓN AL AMOR


Al mejor estilo whitney Houston y su adorado Bobby Brown,  y de otras tantas famosas, ser adicta al amor es un padecimiento que cualquier mujer, incluso las del carácter mas ferreo, pueden sufrir en el momento menos esperado y dejarlas fulminadas. 

Mujeres generalmente solas por dentro y por fuera, que huyen de si mismas para refugiarse en otro. Un otro que lleva cierto tiempo fraguando su caza y que al ver tan "pulpa oveja" se lanza a la caza. Lobos tan astutos como para asegurarse de observar la pata de la que cojean e intuir que estas mujeres son un cheque en blanco, pagadero el día y hora que ellos elijan.  
Las ponen a sus pies, las convencen de no poder vivir sin ellos, las endiosan, las vanaglorian, las seducen, las enloquecen, las hacen sentirse especiales -como si por si mismas ya no lo fueran-  y les dan tal dosis de ese amor "tipo valium" que quedan exhaustas, narcotizadas, alejadas de sus familias y amigos,  mirando al techo soñando con aquello que solían ser. 
Se convierten de triunfadoras, profesionales, prósperas, trabajadoras e inteligentes -por lo menos académicamente-, en mujeres doblegadas en su amor propio. Obnubiladas bajo un "semental narcótico". Han hecho un pacto muy caro de pagar, su sana y auténtica libertad por una efervescente y desconcertante compañía.  Han hecho un injusto trato, ratos de pasión, teñidos de infidelidad, amaneceres de vacío, fines de semana sin sabor, -de aquellos que angustian y desesperan-, circunstancias de la vida sin apoyo moral real, mucha desfachatez, a cambio de todo su corazón, su tiempo, su belleza, su sensatez, su dignidad!.
Una adicta al amor lo sabe, pero prefiere repetirse despacito, bajo el calor de algún líquido cafeinado o alicorado: "el me ama y por mi cambiará". 
Un día,  después del llanto y las infidelidades deciden en un arrebato de amor propio por fin terminar con esto, se alejan se van, se mudan, trastean sus miserias al fin del mundo, pero de ahí son devueltas como un resorte por el ya conocido apego, algo así como:  "contigo porque me matas y sin ti porque me muero". Regresan con sus alas entre las piernas, y dispuestas a reconquistar ese amor que nunca ha sido, que nunca será.   
Adictas al amor. ¡Que remedio tienen sino rendirse a él! y sobrevivir en las hilachas de otro intento. 

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